Alergia o intolerancia alimentaria
No es lo mismo alergia que intolerancia alimentaria
La alergia alimentaria es una respuesta sobredimensionada del sistema inmunitario, el cual identifica como perjudiciales ciertas proteínas de otros seres vivos provocando reacciones inflamatorias que pueden causar síntomas cutáneos (como urticaria) y también en otros sistemas como el respiratorio, cardiovascular o digestivo apareciendo alteraciones digestivas, hinchazón,… que en ocasiones llegan a ser graves como el asma.
La gravedad de una reacción alérgica puede variar desde que una persona puede manifestar solamente picor en la boca hasta necesitar asistencia médica inmediata tras comer un alérgeno alimentario. La reacción puede ocurrir en minutos o en unas pocas horas.
Existen más de 120 alimentos descritos como causantes de alergias, pero solo unos pocos originan la mayor parte de las reacciones. En nuestro entorno, en los niños los más frecuentes son la leche, los huevos, el marisco, los frutos secos, las legumbres y el pescado o trazas de alguno de ellos, mientras que en los adultos son los frutos secos y otros alimentos vegetales (legumbres, frutas), marisco y pescado.
Mecanismo de la alergia alimentaria
Por lo general, el primer contacto entre una sustancia y el sistema inmunitario sirve para reconocerla y catalogarla. Si el organismo determina que se trata de un compuesto alergénico, reaccionará la próxima vez que se encuentre con él.
Algunos glóbulos blancos producen anticuerpos conocidos como inmunoglobulinas del tipo inmunoglobulina E (IgE) frente a los alimentos a los que se sensibilice la persona. Cuando el enfrentamiento se produce, el cuerpo actúa rápidamente al unirse el alérgeno a las IgE, se activan unas células (mastocitos y basófilos) que liberan histamina y otras sustancias proinflamatorias causantes de los síntomas de alergia.
Síntomas de la alergia alimentaria
La alergia a la comida se manifiesta de varias maneras y los síntomas difieren en naturaleza y en intensidad. El tiempo que tardan en manifestarse depende de cada organismo, y pueden aparecer a los pocos minutos de haber consumido un alimento en particular u horas después.
Además, las alergias a los alimentos pueden aumentar gradualmente en gravedad. Una comida que al principio produjo una reacción de leve intensidad puede rápidamente convertirse en un serio problema de salud si el paciente persiste en comerla de nuevo.
Los síntomas más comunes, que van de leves a moderados, incluyen:
1-Picor y enrojecimiento en cualquier parte de la piel
2-Aparición de ronchas
3-Sarpullido
4-Picazón en la boca y dentro del canal auditivo
5-Náuseas y vómitos
6-Dolor estomacal
7-Diarrea
8-Congestión, secreción nasal, estornudos (rinitis)
9-Tos seca
Síntomas más graves:
1-Hinchazón de labios, lengua y garganta pudiendo provocar dificultades para tragar (sólidos o líquidos) o para respirar.
2-Ahogo, tos y sibilantes (pitos) en los pulmones por un broncoespasmo (crisis de asma).
3-Bajada en la presión arterial que puede, a su vez, provocar mareo, confusión, debilidad o llevar al desvanecimiento.
4-Dolor en el pecho, palpitaciones o pulso debilitado.
5-Cuando existen síntomas en más de un sistema (piel, respiratorio, circulatorio, digestivo), la reacción se denomina anafilaxia. Si hay afectación del aparato circulatorio con taquicardia, caída de la presión arterial, dolor torácico o desmayo, una situación que llega, incluso, a amenazar la vida del paciente y requiere tratamiento inmediato como adrenalina intramuscular.
Causas de la intolerancia alimentaria
La mala asimilación de los alimentos puede ocasionar otra clase de trastornos, como la intolerancia alimentaria.
Las causas de la intolerancia se encuentran en el sistema digestivo y no en el inmunitario. La intolerancia se produce debido a la ausencia de enzimas, moléculas proteicas que se encargan de descomponer los alimentos.
Síntomas de la intolerancia alimentaria
1-Mala digestión
2-Hinchazón abdominal
3-Náuseas
4-Diarrea.
5-Dolor de cabeza
6-Irritabilidad
Actualmente se han identificado dos tipos principales de intolerancia: a la lactosa y al gluten.
En la intolerancia al glúten hablamos de una patología autoinmune (enfermedad celíaca) por la reacción del intestino delgado al consumo de esa proteína que se encuentra en el trigo, cebada, avena, centeno. Esa reacción daña el revestimiento del intestino delgado e impide que se absorban algunos nutrientes provocando una malabsorción. El daño intestinal causa diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón y anemia.
En la intolerancia a la lactosa, existe una ausencia o escasez de la enzima lactasa que permite descomponer la leche y sus derivados en elementos aprovechables por el organismo.
Hay que evitar incorporar estos alimentos o incorporarlos en pequeñas cantidades para lidiar con la intolerancia alimentaria.
También está siendo frecuente la intolerancia a la fructosa, que es el azúcar que se presenta en las frutas de forma natural.
La fructosa no se absorbe, es una malabsorción. Puede ser absorbida si se administra conjuntamente con glucosa, por lo que estas personas pueden tomar sin dificultad sacarosa o azúcar común compuesto por fructosa y glucosa. Sin embargo si se toma sola en forma de sorbitol se dificulta la absorción y se presenta la intolerancia.
Si hay intolerancia, cuando llega al colon y fermenta por las bacterias se generan gases. Es por lo que no se diagnostica a menudo al confundirse con dispepsias o incluso con síndrome de colon irritable.
Los síntomas de la intolerancia a la fructosa son:dolor tipo cólico 30 min a 3-4 horas tras la comida, distensión abdominal, flatulencias, movimientos y ruidos intestinales, diarreas con abundante gas, a veces, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, estreñimiento previo agravado.
Editado por Dra. Mª Dolores García-Agenjo Marín
Médico Homeópata y Acupuntor médico en Sevilla
Colegiada 414110943