Síndrome del músculo piramidal

El piramidal o piriforme es un músculo situado en la pelvis, en la parte profunda de la región glútea. Se origina en la cara anterior del sacro y se inserta en la cara superior del trocánter mayor del fémur. Es uno de los principales estabilizadores de la cadera.

Una rama del nervio ciático, pasa muy próximo al piramidal e inerva al propio músculo, pero lo más importante es que el ciático, en su trayecto descendente a lo largo del muslo, pasa muy próximo al músculo piramidal. 

La compresión del nervio ciático por el músculo piramidal, produce una serie de síntomas y signos, que son los que se conocen como síndrome del músculo piramidal que son muy parecidos a los que se presentan en una ciática.
El síndrome del músculo piramidal es una afección bastante frecuente en el campo de la actividad física y el deporte, en los profesionales del volante y sus signos empeoran en posición sedente, por la compresión y estiramiento del ciático.

Es importante que la persona afectada por el piramidal, no use los bolsillos traseros del pantalón, para evitar comprimir el músculo cuando esté sentado.

Causas del síndrome del músculo piramidal
1. Sobrecarga:  caminar sobre superficies duras (cemento) e irregulares, comenzar un programa de ejercicio tras un largo período de descanso o inactividad o aumentar la intensidad del ejercicio demasiado rápidamente, zapatos mal adaptados, atletas “de fin de semana”, permanecer sentado largos períodos de tiempo (conductores), ejercicios para fortalecer los glúteos (patadas, squats, step, etc)

2. Insuficiencias biomecánicas:
defectos mecánicos en los pies o el cuerpo, alteraciones en la marcha y la carrera, zancadas demasiado amplias, malos hábitos posturales, hernias discales, estenosis espinal, contractura, rigidez muscular en parte baja de espalda, caderas y nalgas

3. Traumatismos: caída sobre las nalgas con hematoma que origina tejido cicatricial que comprime el nervio ciático.


Clínica del síndrome del músculo piramidal

1-Dolor a nivel profundo en nalgas, cadera, ingles, y puede irradiarse hacia la parte posterior del muslo hasta la rodilla, incluso, aunque menos frecuente, también hasta la pierna y el pie.

2-A veces aparecen parestesias (hormigueos) o sensación de acorchamiento pero los trastornos sensitivos y motores son raros aquí.


3-Hay dificultad para sentarse, ponerse en cuclillas, y cruzar la pierna homolateral por encima de la otra, porque estas circunstancias empeoran el dolor.

La rotación interna se encuentra limitada. En decúbito supino, se suele percibir una rotación externa de cadera que se manifiesta con un giro hacia fuera del pie del lado afecto.

Ejercicios de autoestiramiento en el síndrome del músculo piramidal:
Casi siempre es necesario estirar el músculo piriforme para aliviar el dolor que pasa por el nervio ciático y esto se puede lograr en varias posiciones diferentes.
Entre los ejercicios de estiramiento comúnmente recetados para tratar los síntomas de la ciática debido a problemas del músculo piriforme están los siguientes:

Ejercicio 1:
ep1
Recuéstese boca arriba con las piernas rectas. Lleve la pierna afectada hacia el pecho, agarrando la rodilla con la mano del mismo lado del cuerpo y cogiendo el tobillo con la otra mano. Tratando de comenzar el movimiento con el tobillo, lleve la rodilla hacia el tobillo opuesto hasta sentir el estiramiento. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

Ejercicio 2:
ep2
Recuéstese boca arriba con las piernas rectas. Levante la pierna afectada y ponga ese pie en el suelo al otro lado de la rodilla opuesta. Lleve la rodilla de la pierna doblada directamente por encima de la línea media del cuerpo, utilizando la mano opuesta o, de ser necesaria, una toalla, hasta sentir el estiramiento. No forcejee la rodilla más allá del estiramiento ni tampoco hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.


Ejercicio 3:
ep3
Recuéstese boca arriba en el suelo, cruzando la pierna afectada sobre la otra pierna al nivel de las rodillas y con ambas piernas dobladas. Lleve la rodilla inferior suavemente hacia el hombro del mismo lado del cuerpo hasta sentir el estiramiento. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

Ejercicio 4:
ep4
Arrodíllese con las manos en el suelo. Ponga el pie afectado al otro lado de y debajo del cuerpo, para que la rodilla afectada quede fuera del tronco. Extienda la pierna no afectada directamente hacia atrás y mantenga la pelvis recta. Manteniendo la pierna afectada donde está, mueva las caderas hacia atrás, hacia el suelo, e inclínese hacia adelante sobre los antebrazos hasta sentir un estiramiento profundo. No forcejee el cuerpo hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

Consejos para deportistas:

1-Elegiremos la zapatilla adecuada al terreno. Si vemos que el calzado es muy plano, conviene poner un alza en el talón y un poco de algodón debajo de la cara interna de la plantilla para que apoye bien el arco del pie.

2-Modificación de la zancada.


3-Entrenamiento: Evitaremos los terrenos duros. Disminuiremos la intensidad.


4-Suprimiremos las causas que hagan que reaparezca el dolor, como entrenamientos intensivos sobre terreno duro, series, cambios de ritmo, correr cada día.


5-Intentar parar unos días (dependiendo de la gravedad del dolor), evitaremos largos trayectos en coche, la posición sentado largo rato, estar mucho tiempo de pie.


6-Vaciar el organismo de toxinas acumuladas bebiendo agua en abundancia (Al menos dos litros de agua por día), disminuiremos la ración de carne, evitaremos los alimentos de difícil digestión, los platos con salsas, etc.


7-Estirar la musculatura. Principalmente piramidal, glúteos, abdominales, cuádriceps, isquiotibiales y gemelos.


8-Fortalecer la zona lumbar y abdominal.

Tratamiento:

Tanto si es una ciática como si se trata de un síndrome del músculo piramidal, la Acupuntura y la Electroacupuntura en determinados puntos están indicadas como tratamiento para aliviar la inflamación y como analgésico, con muy buenos resultados.

Editado por Dra. Mª Dolores García-Agenjo Marín
Médico Homeópata y Acupuntor médico en Sevilla
Colegiada 41/4110943

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