Bruxismo
¿Qué es el bruxismo?.
El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes, con distintos grados de intensidad y generalmente de forma inconsciente.
Actualmente se piensa que su origen obedece a varios factores junto con un elevado nivel de estrés emocional.
Se ha observado que las personas que lo padecen suelen presentar, mayoritariamente, altos niveles de ansiedad seguido de sentimientos de ira reprimida, miedo, frustración, personalidad demasiado competitiva, etc. Asimismo, las molestias que ocasiona el bruxismo, principalmente el dolor, son motivo de alteraciones emocionales y del estado de ánimo del individuo.
Síntomas del bruxismo
El bruxismo cursa con:
1- Dolor y/o cansancio por la mañana al levantar, en cara, cuello mandíbula o dientes
2- Rechinas los dientes o te han dicho que lo haces cuando duermes (emite un ruido característico).
3- Desgaste dentario.
4- Ruidos y/o dolor en la articulación temporomandibular (localizada justo delante del oído).
5- Dolor de cabeza.
6- Dolor y/o pitidos o ruidos en los oídos (acúfenos o tinnitus).
7- Limitación de la apertura de la boca y/o asimetría en el movimiento de la mandíbula al abrir la boca.
Tipos de bruxismo
Puede ser de varios tipos:
1* Bruxismo de apretamiento: apretar los dientes en una determinada posición con contracción mantenida. El síntoma predominante es el dolor muscular acompañado frecuentemente de cefaleas.
2* Bruxismo de frotamiento: se friccionan los dientes produciendo un rechinamiento, con contracción y relajación de los músculos alternadamente. Produce desgaste dentario.
3 * Bruxismo diurno: de apretamiento o frotamiento, es generalmente consciente.
4 * Bruxismo nocturno: de apretamiento o frotamiento, se presenta en el sueño y existe cansancio muscular al despertar.
5 * Bruxismo diurno y nocturno: cronificado, la persona bruxa constantemente.
Tratamiento
Si se sospeche que se padece bruxismo
1- El dentista será el encargado de identificar problemas en la dentadura y resolverlos. Suelen confeccionar una férula de descarga nocturna y a veces también diurna, para proteger los dientes, principalmente para las personas rechinadoras. También ayuda a disminuir su tono muscular.
2- Es necesario disminuir la tensión y el espasmo muscular, relajar el organismo en general, así como devolver el movimiento normal a la mandíbula, para proteger a la articulación temporomandibular de un desgaste prematuro. De todo ello se encargará el fisioterapeuta con ejercicios.
(1). Con las yemas de los dedos masajear circularmente, de forma suave y lenta la musculatura situada por encima del ángulo de la mandíbula (1 minuto como mínimo).
(2). Con los pulpejos de los dedos índice, corazón y anular, realizar una suave presión en la misma musculatura, situada aproximadamente un dedo por debajo del hueso del pómulo. Si se notan zonas de mayor tensión o especialmente dolorosas al tacto, presionar sobre ellas muy suavemente (1 minuto como mínimo).
(3). El mismo ejercicio anterior, solo que se colocan los dedos índice y corazón por debajo de la sien, ligeramente más arriba del hueso del pómulo (1 minuto como mínimo).
(4). Colocar los índices sobre los molares inferiores. La boca se debe mantener ligeramente entre-abierta, de forma cómoda y relajada. Se realiza una contracción suave de 3 a 5 segundos intentando cerrar la boca mientras los índices resisten la contracción. Cuando cesa la contracción, con los índices se empuja suavemente el maxilar inferior hacia los pies. Mantener unos 30 segundos o más, o hasta que se note la relajación completa de la mandíbula. Repetir tantas veces como se quiera.
3- Actividad física: libera endorfinas que facilitan la disminución del estrés y el dolor.
4- Truco para relajar la mandíbula cuando uno es consciente de que está apretando pero no sabe cómo «soltarla»: colocar la punta de la lengua en el paladar, justo detrás de los dientes.
5- Practicar la respiración diafragmática (con el abdomen) regularmente y especialmente un rato antes de dormir para favorecer la relajación.
Estos ejercicios pueden realizarse sentado o tendido, en la situación que le resulte más cómoda para percibir el movimiento de la respiración.
Ejercicio :Inspiración abdominal
El objetivo de este ejercicio es que la persona dirija el aire inspirado a la parte inferior de los pulmones. Para lo cual se debe colocar una mano en el vientre y otra encima del estómago. En el ejercicio debe de percibir movimiento al respirar en la mano situada en el vientre, pero no en la situada sobre el estómago. Al principio puede parecer difícil, pero es una técnica que se controla en unos 15-20 minutos.
6- Evitar hábitos como: morderse las uñas o la tapa del boli, mascar chicle, comer pipas… que estimulan y estresan a la musculatura de la masticación.
7- Psicológico: para controlar los altos niveles de ansiedad de forma recurrente. Nos ayuda a identificar su origen y enseña estrategias y habilidades para controlar la ansiedad a largo plazo.
8- Acupuntura: tanto para controlar la ansiedad como para tratar el dolor y/o la contractura muscular. Efecto analgésico, antiinflamatorio y efecto relajante muscular y de la ansiedad.
Editado por Dra. Mª Dolores García-Agenjo Marín
Médico Homeópata y Acupuntor médico en Sevilla
Colegiada 41/4110943